viernes, 7 de septiembre de 2012

Patatas de otoño

Este año voy a probar con las patatas de otoño, un cultivo que se da mucho por Murcia y la mayoría de mis vecinos lo hacen. Quizá sea un poco tarde ya, pues se suele sembrar la patata a mediados de agosto, de modo que por estas fechas ya han empezado a brotar las plantas. No obstante allá vamos, y una vez han empezado a grillar están listas para la siembra.

La variedad es patata blanca "Spunta" y la cantidad unos 6 kilos.
El modo de plantación es sencillo, y es una mezcla de lo que me han explicado huertanos de siempre y lo que he ido leyendo por la red.

1º Se labra bien la tierra a bastante profundidad y se estercola generosamente.

2º Se crean lineas a unos 70 cm de separación y se abre un surco en cada una de las lineas.

3º A continuación se empapan los surcos bien de agua, solo los surcos (en Murcia es necesario este paso porque la tierra no suele estar suficientemente húmeda).

4º Se echa en los surcos ya empapados una fina capa de estiércol bien hecho.

5ª Se ponen las patatas con el grillo mirando hacía arriba a unos 20 cm de separación entre ellas.

6ª Ahora pasamos a echar tierra por encima de los surcos para formar lo que será el caballón final.
En este punto hay multitud de técnicas para obtener un buen resultado a base de azada (al que tiene un apero para asurcar en su motoazada siempre le sale bonito).
Yo personalmente voy creando un surco paralelo al surco en que están las patatas echándole la tierra encima. Esto lo hago a los dos lados de cada surco inicial de modo que al final queda un caballón alto en lo que en un principio era el surco en que echamos el agua y las patatas. Normalmente en este punto tendremos un churro de caballón, asi que lo repasamos dando tierra con el rastrillo hacia el centro del caballón hasta que quede recto y con la misma altura. A mi me ha quedado así:



En fin, se hace lo que se puede.

En cualquier caso, ya tomé nota de mi primer y único cultivo de patatas de la pasada primavera y he corregido algunos errores:

- Dejar más separación entre caballones, más tierra, y cuanto más suelta mejor. Luego podremos aporcar las plantas mucho mejor.

- Poner patata de siembra buena y certificada, no como la última vez que eran patatas grilladas de un saco del Mercadona.

- Cuidar mejor los riegos para no excederse y no provocar enfermedades. Además probaré a tratarlas con azufre en polvo para prevenir.



Ahora solo queda esperar que llueva y verlas nacer. Si no, quizá sea necesario dar un riego para provocar la nascencia.

Y esto ha sido lo que me ha llevado hoy todo el tiempo en el huerto, que se ha despedido con el suave olor de los San Pedros, o como cada uno lo llame.


jueves, 23 de agosto de 2012

El huertanico Murciano

Soy un huertano murciano urbano con un poco de tierra prestada en la huerta de Murcia. Huertano aficionado sin pretensiones de ningún tipo, más que entretenerme en la naturaleza y comer algún tomate. Murciano de toa la vida, sin más que explicar. Urbano porque vivo en un piso.

Hablaremos del huerto que a eso hemos venido. Podríamos decir que es familiar pues vivo con mi chica, un perro y un gato. Podríamos decir que es ecológico porque no se usan productos químicos. Así que lo llamaremos huerto familiar ecológico si se quiere.

El despropósito empezó hace más o menos un año, con la suerte de encontrar un pequeño terreno que me prestaban a cambio de algún pimiento y mantener aquello limpio. Debí haber meditado antes el compromiso de mantenerlo limpio, y los pimientos por ahora me los he comido yo. Pero allí seguimos.
Hubo que limpiar a fondo 4 años de abandono, por lo que rapidamente aprendí lo penoso de la tarea. Algunos limoneros estaban en malas condiciones así que nos deshicimos de 2 árboles, despejando de paso la zona central del huerto para los bancales de hortalizas. Por lo demás, rascar hierba y quitar pollizos de una acacia que hay en una esquina del huerto (autentica pesadilla pero harina de otro costal).

Una vez limpio, siguiente problema: el agua.

La regadera que llegaba por una esquina al huerto estaba inutilizada casi desde la toma con el brazal. La  regadera que viene por el otro lado muere en la parcela del vecino y los intentos de hacer un canal hasta mi huerto son fallidos debido a un curioso rebote de la azada con el terreno. Finalmente se pudo solucionar cogiendo una toma de agua de un pozo vecino; perfecto.

Ya tenemos el terreno limpio y agua. Primer intento de cavar un bancal y zas, de nuevo rebote de la azada con el terreno, parece roca. Replanteamos estrategia mojando el terreno para que se reblandezca y ahora si, la azada se hunde hasta el fondo así que a darle duro. En fin, que yo pensé que el tempero era un tipo de acuarelas y el resultado de todo parece un chiste gráfico. Un barrizal total donde puse unas 6 o 7 coles que había sacado de semillero y que palmaron como si se hubieran caído en la marmita de RoundUp.



Eso si, el intento era digno y aquello parecía un caballón y tal.

El bancal fue creciendo hacia la izquierda y yo me fui empapando con la cultura huertíl. Planté un ciruelo japonés y un Santa Rosa, un melocotonero y una pequeña higuera. Cavé otros bancales donde hubieron lechugas, rabanitos y habas, y en primavera se pusieron patatas, tomates de pera y óptima, pimientos italianos, y sandias sugar baby. Hasta hoy.








Comenzamos ahora un diario de las tareas huertiles. No prometo nada.

Los cultivos arbóreos de la huerta de Murcia


Un paseo por las zonas más tradicionales de la huerta revela una predominancia de cítricos dominados por el limonero seguido del naranjo. Otros árboles frutales como ciruelos, melocotoneros, albaricoqueros y sobre todo nectarinos se encuentran integrados en las fincas de cítricos, siendo más frecuentes en las huertas cercanas al Río.



En los límites del regadío tradicional se encuentran los cultivos de secano más típicos de la Región, almendros y olivos en su mayoría. Aún así, sigue siendo frecuente encontrar extensiones variables en tamaño dedicadas al cultivo familiar de olivas y otros frutos de secano en zonas secas reservadas de los huertos de regadío.

Mención aparte requieren otros árboles como la morera, la higuera y otros frutales como el granado, cuya rentabilidad económica es hoy día mínima. Es singular el caso de la morera, que precedió a la importancia de los citricos en la actividad agrícola murciana, y que supuso la consolidación del sector en la región.


Además, destacan por su impacto en el paisaje otra serie de árboles ligados mayormente a los cursos de agua, acequias y toda su red de distribuición, hoy en día amenazados por la destrucción de los mismos. Olmos, nogales, o álamos son las especies más fáciles de distinguir de entre los cítricos.

Finalmente, y sin ánimo de obtener rentabilidad, el huertano ha cultivado tradicionalmente árboles de alguna manera considerados autóctonos por su rusticidad y ancestral cultivo como son el jinjolero, las peretas murcianas, las paleras de higos chumbos, las palmeras datileras, etc.